La dolorosa espera por un transplante de córnea en la CCSS mientras la luz se apaga

Hasta hace cuatro años, el ingeniero eléctrico Édgar Solano Campos se dedicaba a dar consultorías en tecnología. Su especialidad: instalar y mantener el sistema de grandes cadenas de restaurantes.Los clientes eran abundantes hasta que su historia, escrita con muchos años de trabajo y estudio, dio un giro abrupto cuando pasó lo imprevisto, a inicios del 2015."Me di cuenta que tenía un problema en el ojo derecho. No podía ver bien o distinguir imágenes. Siguiendo los procedimientos de la Caja, fui a la clínica de Tibás, Coopesaín, ahí vieron que tenía una mancha blanca en el ojo."Calculo que fue en febrero del 2015. Me dieron una referencia para el Hospital México, donde me programaron la cita para junio de ese año. Me diagnosticaron leucoma corneal, un problema cuya única solución es un trasplante de córnea", contó Solano.Una de las causas de este problema visual es el uso intenso de lentes de contacto, que fue el caso de este ingeniero. Se afecta la córnea y, como le pasa a Solano, solo puede distinguir luz y algunos bultos.La única información que le dieron a este ingeniero, además del diagnóstico, fue un número: el 368, su lugar en la lista de 920 pacientes que aguardan un trasplante de ese tejido..., también le dijeron que lo llamarían.Pero no lo han llamado en los últimos cuatro años, entre otras razones, porque los trasplantes de córnea se han complicado con una nueva ley de trasplantes.Según explicó Marisela Salas, directora de la Clínica Oftalmológica de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), la Ley de Donación y Trasplantes de Órganos y Tejidos Humanos (9222), aprobada y publicada en el 2014, exige a los centros de transpantes requisitos distintos a los que existían antes de su entrada en vigencia; principalmente, obliga tener el visto bueno de los familiares del fallecido, aunque el donador haya expresado su voluntad de donar.Y esto, en cuestión de obtener córneas de pacientes fallecidos, convierte la llamada ‘procuración’ del tejido en una carrera contra el tiempo.Antes, existía el consentimiento presuntivo, que facilitaba la extracción. Además, los nuevos requisitos obligan a asignar las pocas córneas disponibles (entre 10 y 15 al mes) solo a aquellos pacientes que califican como una emergencia.Solano Campos no está entre los prioritarios, a pesar de que ya no ve de su ojo derecho y de que esta situación de salud desencadenó una crisis familiar y económica que culminó, entre otras cosas, con la separación de su...

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