Dos diputados facilitaron que evangélico comande plenario

Antes del receso del mediodía, Ottón Solís tenía los votos para ganar la presidencia del Congreso. Un almuerzo después, las cosas empezaron a volverse en su contra y culminaron con el triunfo del pastor evangélico Gonzalo Ramírez.

El legislador del Partido Renovación Costarricense ganó la elección de la presidencia legislativa, aunque, durante la mayor parte del día, los números no le daban. De hecho, nunca le dieron las sumas para llegar a la mayoría de 29 votos, necesaria para ganar en primera ronda. Empero, dos diputados del Frente Amplio fueron la clave para que lograra la presidencia del plenario.

Este abogado y pastor de 42 años, es el primer legislador de Renovación Costarricense que llega a este puesto. Es más, es el primer legislador de una agrupación evangélica en asegurarse una foto en el Salón de Expresidentes legislativos, y esto, gracias a los votos nulos de cinco frenteamplistas.

De esos cinco votos, Solís nunca contó con tres: Ligia Fallas, Jorge Arguedas y Carlos Hernández (ya fuera del FA, pero quien llegó por esta divisa al Congreso). Con los que sí contaba era con los del exjefe de bancada, Gerardo Vargas, y el de la nueva coordinadora, Suray Carrillo. Estos últimos decidieron la votación.

A las 11 a. m., el presidente legislativo Antonio Álvarez anunció el último receso de la mañana. Solís se echaba la presidencia a la bolsa y el oficialista Partido Acción Ciudadana (PAC) parecía estar, por primera vez en la presente administración, unido en torno a un candidato. Eso duró poco.

Al mediodía, el PAC en pleno pedía que se realizara la votación de inmediato, pero Álvarez decretó un nuevo receso. Este aprovechó la hora de almuerzo para seguir negociando y, al regreso, todo cambió.

Por un lado, el diputado Ronny Monge, del Partido Liberación Nacional (PLN) ponía en tela de duda el apoyo a Ramírez, lo cual demostraba que los verdiblancos no eran monolíticos. Por otro, Ottón Solís escuchaba de primera mano que en el Frente Amplio se abrían fisuras en el apoyo.

Monge insinuaba una postulación de la nueva jefa de fracción, Karla Prendas. La idea se convirtió en propuesta cuando la diputada independiente Carmen Quesada tocó la puerta de Liberación para ofrecer su apoyo a Prendas.

Tal posibilidad agitó al PLN y enojó a Maureen Clarke, pues la idea de Quesada era asumir un rol protagónico en la Comisión de la Mujer.

Clarke reclamó esta intención en vista de los antecedentes de Quesada, cuestionada por su manejo de personal de...

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