Editorial Crecimiento y empleo

Publicamos en esta edición un balance de la actual situación económica del país. Retomamos el tema en este editorial porque Costa Rica transita por un momento clave y crítico.

Nos encontramos en el inicio de la administración del presidente Carlos Alvarado Quesada y en el arranque de la definición de nuevas políticas económicas.

La economía costarricense muestra una desaceleración de la actividad productiva. El Indicador Mensual de la Actividad Económica (IMAE) marca con claridad una disminución del crecimiento económico en los últimos 24 meses. En el último mes de información disponible (abril del presente año) la producción del país creció por debajo del 3 %.

La desaceleración se observa en la mayoría de las actividades económicas, pero es más pronunciada en el sector de la construcción privada, la cual está en números rojos. Este es un síntoma inequívoco del retroceso de la inversión privada.

¿De dónde proviene la pérdida de impulso en la actividad económica?¿De la economía externa o de la demanda interna? La respuesta es clara. No viene de la parte externa, ya que la economía mundial ha fortalecido su crecimiento y las exportaciones de bienes de nuestro país han crecido un 6 % en lo que va del año.

Las políticas de apertura económica, el establecimiento de tratados de libre comercio, la diversificación de la base exportadora y las políticas de atracción de inversión extranjera directa (IED) son fortalezas de nuestra economía. En este primer semestre del 2018 nuestro país no ha caído en una recesión gracias al impulso del motor externo de la economía.

La desaceleración económica en estos seis meses tiene su origen en la reducción de la demanda interna: menor crecimiento del consumo de los hogares y la contracción de la inversión de las empresas.

El motor interno de la economía no ha funcionado porque el financiamiento del alto déficit fiscal ha estrujado al sector privado (hogares y empresas) y ha acaparado al ahorro nacional.

La radiografía de nuestro crecimiento económico en este primer semestre nos dice lo que hemos hecho bien en materia de políticas de apertura y atracción de IED y nos recuerda que hemos fracasado en lograr una política fiscal medianamente equilibrada que sostenga la estabilidad y el crecimiento económico.

La debilidad del crecimiento económico ha llevado a una alta tasa de desempleo de la fuerza de trabajo. Esta fue mayor del 10 % en el primer trimestre de este año. Lamentablemente, miles de personas sin empleo...

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