Editorial ¿Hacia dónde va el BCCR?

Los movimientos en el tipo de cambio y en las tasas de interés de las últimas semanas nos han recordado los desequilibrios de la economía costarricense y la incertidumbre sobre la capacidad de las autoridades para sostener la estabilidad económica del país.

En esta edición publicamos una entrevista al presidente ejecutivo del Banco Central para tratar de entender cuál es el rumbo de la política monetaria y cambiaria.

Las condiciones externas han cambiado. En los últimos años Costa Rica ha disfrutado de recursos externos abundantes, fáciles y baratos. En estas condiciones resultó muy fácil el manejo de la política macroeconómica, porque el Gobierno Central pudo financiar su abultado déficit fiscal con facilidad y el Banco Central logró sostener el tipo de cambio y la inflación estables. Es decir, no se necesitaron grandes esfuerzos internos para sostener la estabilidad económica en un ambiente tan propicio. Sin embargo, las circunstancias económicas externas han cambiado desde el 2016. La Reserva Federal de EE. UU. ha venido en un proceso de aumento de las tasas de interés y la perspectiva para los próximos meses es la continuación de este proceso que llevaría a que Costa Rica ya no tenga acceso a recursos externos abundantes y baratos.

El déficit fiscal y su financiamiento es una espada de Damocles sobre la estabilidad de la economía. El financiamiento de un déficit fiscal cercano al 6 % en las actuales condiciones externas más estrechas resulta un riesgo para la estabilidad económica y la ausencia de una solución cierta acrecienta aún más el riesgo. Las empresas calificadoras ya han reducido la calificación de la deuda soberana del país y su señalamiento está asociado exclusivamente al estado de las finanzas públicas costarricenses.

Si no hay correctivos en lo fiscal, el BCCR tendrá que echarse sobre sus hombros el ajuste macroeconómico. Esto significa que tendrá que ejecutar una política monetaria más restrictiva y permitir los ajustes necesarios en el mercado cambiario. No obstante, hay que señalar varios errores en el diseño y aplicación de las políticas del Banco.

El BCCR genera incertidumbre en dos frentes. Primero, dice que sigue una política de 'metas de inflación', pero su acción revela que más bien el objetivo perseguido es un determinado tipo de cambio. Segundo, afirma que el tipo de cambio lo fija el mercado y que las intervenciones solo buscan reducir su volatilidad, pero en la realidad el tipo de cambio lo fija el Banco...

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