El ego de los equipos grandes

Eduardo Baldares

Periodista eduardo.baldares@nacion.com

Hernán Medford despotricó con ganas tras el 2 a 2 ante la Universidad de Costa Rica, en alusión al gol mal avalado a Darío Delgado, pero no reventó la gorra cuando al Herediano le perdonaron un evidente penal ante Belén ni tras empatar a 3 contra Cartaginés gracias a dos errores arbitrales.

Juan Carlos Rojas y Carlos Watson montaron en cólera cuando no pitaron un claro penal a favor de Saprissa en el José Rafael Fello Meza... Bulla que no hicieron tras el golazo (mal) anulado a Víctor Mambo Núñez en Tibás, ni tras los penales legítimos no concedidos en la última semana a Portland Timbers y Santos de Guápiles.

El técnico Jeaustin Campos se quejó de una supuesta falta contra Paolo Jiménez dentro del área belemita (partido que Belén ganó 1 a 4), pero, curiosamente, no se refirió al penal antes citado, aquel que sacó de quicio a Watson y a Rojas.

Y, que me haya dado cuenta, en Alajuelense nadie dijo que la victoria en San Carlos fue cortesía arbitral, que le regaló un penal inexistente a la Liga y privó de dos que sí eran a los norteños.

De todos, el más colérico fue Hernán Medford, al afirmar que 'a nadie le sirve que quedemos bicampeones' y que le quitaron el primer lugar 'descaradamente'... olvidándose de las veces que ha sido favorecido (súmele un penal no sancionado a favor de Carmelita).

Ojo: que el arbitraje tico sea peor que malo, ¡pésimo!, y que produzca entre cólera y vergüenza es una cosa, pero de allí a fabricarse teorías de la...

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