Empresarios aprobaron un duro examen

Las empresas exportadoras de Costa Rica se vieron obligadas a reorganizarse y aumentar seguridad y trámites para vender a Estados Unidos tras los atentados del 11 de setiembre del 2001.11 de setiembre del 2001. Nueva York, EE. UU. Son las 7:00 a.m. y Michael Borg, estadounidense dueño de la empresa Confecciones Borkar, con sede en Costa Rica, toma un vuelo de regreso a las instalaciones de la compañía en Poás de Alajuela, luego de hacer algunas negociaciones con sus clientes neoyorquinos.Cuando arribó a Miami a hacer la escala, las órdenes de las autoridades fueron contundentes: 'Tome sus maletas y váyase'. Borg se retiró en medio de un aeropuerto en shock y mientras observaba por televisión el tercero de los cuatro aviones secuestrados estrellarse contra el Pentágono, esperaba que nada le hubiera ocurrido a su hermana y a su mamá, quienes estaban en la Gran Manzana.Afortunadamente, ninguna de ellas se vio afectada, pero con su empresa, la historia fue otra. Los impactos del World Trade Center llegaron también a nuestro país.En un año, las ventas de Confecciones Borkar -que dependían completamente de Estados Unidos- se redujeron hasta en un 50%. Además, la planilla de la fábrica pasó de 1.050 a 600 empleados, en cuestión de 24 meses.Según Borg, el pánico entre sus principales clientes hizo que buscaran productos más baratos, lo cual convirtió a Asia en el proveedor perfecto.'Nos dejaron sin el pan y la mantequilla', expresó el estadounidense, en buen 'tico'.Para sobrevivir, este empresario debía reinventar su negocio y eso fue lo que hizo. Empezar a distinguirse por variables de valor agregado como la calidad, los tiempos de entrega y los productos hechos a la medida le abrió mercados que hasta el momento no había explorado.Y aunque Borg afirma que nada volvió a ser lo mismo para su industria, Confecciones Borkar logró recuperar cerca del 40% de las pérdidas entre el 2003 y 2004 .A pesar de ello, el fuerte decrecimiento terminó por provocar el cierre de la fábrica que la compañía mantenía en Pensilvania en el 2009.El caso de Borkar es solo un ejemplo de cómo, hace una década, cambió la dinámica para las empresas costarricenses que exportan a EE. UU.De acuerdo con datos de la Promotora de Comercio Exterior (Procomer), en el 2001 las exportaciones a ese país disminuyeron en más de $ 586 millones, mientras que en el 2002, el crecimiento fue de apenas $ 159 millones.La baja se debió, además de los atentados terroristas, a la recesión económica de la época que...

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