Fiesta hondureña con las baleadas

Un viaje en línea recta y, por tierra, saliendo desde el Alejadro Morera Soto, con dirección hacia el Estadio Nacional Tiburcio Carías, en Tegucigalpa, implica un recorrido de 775 kilómetros, con una duración de 12 horas y 49 minutos, en automóvil, según Google Maps.No hizo falta ese traslado terrestre, ni subirse a un avión para que los hondureños Alex López, Róger Rojas y Luis Garrido, se sintieran más cerca de su tierra natal aun estando en la propia casa en Alajuela.En el mezanine de la liga menor del reducto rojinegro, los tres futbolistas acudieron, el sábado, a una actividad especial, organizada por la Agrupación Somos La Liga, con el aval de la Junta Directiva manuda.Ahí, Alex, Ro-Ro y Garrido se encontraron con una comitiva de hondureños que residen en Costa Rica, departieron con ellos, prepararon para almorzar las típicas baleadas (tortilla de harina con frijoles, queso, chicharrón) y las catrachitas (similar a la tortilla de chalupa con queso y frijoles), con una refrescante horchata.'Por todos lados, yo me siento muy orgullosa de estar aquí; primero, por ser hondureña; segundo, por lo que representan los compañeros. Han sabido llevar muy en alto el nombre de Honduras porque juegan muy bien y aquí en Costa Rica, nosotros seguimos a la...

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