Finanzas de CCSS siguen conectadas al respirador

Respira mejor que hace dos años, cuando los abusos en los que incurrió durante mucho tiempo la postraron en una cama y la llevaron a momentos de agonía.Sus signos vitales ahora son alentadores, pues presagian que cerrará el 2013 con un aumento del 18% en sus ingresos y de solo un 2% en sus egresos.Nada mal para un moribundo que acabó el 2011, el peor año de su crisis, con un déficit de ¢93.000 millones creado, principalmente, por un desmedido aumento de plazas y de gastos en salarios.Pero aunque parece ir en franca recuperación, la salud financiera de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) aún depende del respirador artificial para evitar una recaída.Al observar con mayor detalle el monitor, se nota que todavía hay temas muy gruesos sin resolver para garantizar su estabilidad en el mediano y largo plazo.Uno de los más claros es que,desde que estalló la debacle, en el 2010, los ingresos por contribuciones han crecido en tasas mucho menores a otros años.Dichos aportes son la base del financiamiento de la CCSS. La Contraloría General de la República también se muestra cauta al dar su diagnóstico, pues estima que los pagos de emergencia que hizo el Estado para honrar viejas deudas podrían esconder la situación real del régimen de salud.El Gobierno ha inyectado ¢193.000 millones y faltan por cobrar ¢410.000 millones.Dicho criterio lo comparte Pablo Sauma, exintegrante de laComisión de Notables que analizó el tema de la Caja, quien considera que mejorar los balances de la institución gracias a una dosis extraordinaria de capital no es ninguna 'genialidad financiera'.Mientras, la Defensoría de los Habitantes critica el hecho de que la CCSS aún maneje su presupuesto de ¢2,5 billones -el más grande del aparato público- sin un sistema financiero contable.Para Gustavo Picado, gerente financiero de la CCSS, esas apreciaciones son incorrectas. Alega que, a pesar de los ingresos extras del Estado, se mejoró el cobro de morosidad yhay contención del gasto.¿Sostenible?La tarde del 15 de julio del 2011, las autoridades de la Caja admitieron, aferradas a un punzante informe de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que la institución pasaba por la crisis financiera y de gestión más grave de su historia.Dos años después, los jerarcas anunciaron con bombos y platillos que se había logrado rescatar a la Caja. Sin embargo, algunos sectores tienen dudas sobre la sostenibilidad financiera de la institución en el largo plazo.'Para mí, la realidad es contundente...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR