Los gigantes no eran tan grandes

Cinco años después de que se iniciara el arribo de los megabancos al país, la banca de capital público se fortaleció y, en términos generales, la privada se hizo más pequeña.No se cumplió la amenaza que en el 2005 percibieron los jerarcas de las entidades bancarias estatales que, al escuchar los pasos de gigantes como Scotiabank, Citigroup y HSBC, apuraron el paso para enfrentarlos.Carlos Fernández, gerente general del Banco de Costa Rica (BCR), del 2003 al 2008, aseguró que en aquel momento pensó que 'la banca pública podría desaparecer'.William Hayden, exgerente del Banco Nacional, creyó que 'ellos llegarían solo a enchufar su maquinaria de innovaciones y, si no nos pellizcábamos, nos iban a desplazar'.Crédito barato y a granel, nuevos e innovadores servicios y una avalancha de tarjetas de crédito fueron algunos de los tambores que se escuchaban cinco años atrás y eran parte del listado de las grandes amenazas que tendría que enfrentar la banca estatal.Empero, la historia se escribió distinta.Por el contrario, hoy el país tiene una banca estatal con activos por ¢3,8 billones y un crédito colocado que supera al de los privados por más de ¢1,7 billones.Los datos señalan que los bancos de capital público (Nacional, BCR, Popular y Bancrédito) se adueñaron de una mayor parte del mercado costarricense, quitándole participación a la banca privada.En la acera del frente, los megabancos más bien han perdido agilidad (y a su vez, clientes), han perdido recurso humano valioso y, más recientemente, han cerrado o vendido algunas subsidiarias que no calzan con el enfoque bancario que quieren implementar.La razón de esa pérdida de peso, según algunos exjerarcas de los megabancos, es que al estandarizar los procesos las entidades acabaron con la eficiencia que había caracterizado a la banca privada local, y ahuyentaron a los clientes.Y esta situación más bien ha favorecido a otros bancos privados de menor tamaño en el país.Molinos de vientoLas aspas de los megabancos giraron lento pese a sus evidentes fortalezas, pues al aplicar sus políticas ' by the book ' (a como lo dice el estándar) perdieron la agilidad que ha caracterizado a la banca privada en el país.Pese a que importaron las mejores prácticas de administración bancaria, nuevas tecnologías y una bandeja de nuevos productos financieros, el gran golpe no se dio.Mientras se concretaba su llegada -proceso que se inició en mayo del 2005 con el anuncio de la compra de BAC Internacional por el gigante industrial...

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