La guardameta más criticada del torneo pasó de villana a heroína en Alajuelense

Yalitza Sánchez vivió una noche mágica en la gramilla híbrida del Estadio Alejandro Morera Soto.En diciembre de 2019 había sido parte de aquel equipo comandado por Shirley Cruz que dio la vuelta olímpica en ese reducto con aforo lleno; pero esta ocasión fue diferente.Tan distinto que a pesar de que las gradas estaban vacías por la pandemia, ella sabía que el liguismo estaba eufórico, porque si bien es cierto Fernando Ocampo es quien más ha insistido en este proyecto, lo cierto del caso es que los propios aficionados desde hacía tiempo pujaban para que Alajuelense tuviera un equipo femenino.La noche resultó tan mágica para la guardameta que cayó en cuenta de que valió la pena no desmayar, ni dejarse llevar por la presión popular, las críticas partido a partido que pedían su cabeza en redes sociales.Ella es consciente de que muchas veces falló bajo los tres palos, pero también sabe que se han dado intervenciones suyas que han sido salvadoras. Quizás, le faltaba una verdaderamente significativa, como la que se dio en el partido más importante de todos.Sánchez es esa portera que cuando llegó Noelia Bermúdez no bajó la cabeza y luchó por ser competitiva, tanto que se propuso bajar de peso para rendir más. Y perdió varios kilos.La Liga tenía la necesidad de conseguir la corona, no por los aciertos o desaciertos del equipo masculino, porque ellas tienen su propia historia.En realidad, lo que pasa es que las leonas del Pato estaban en deuda, porque ellas son las primeras en estar conscientes de que el equipo procuró darles las mejores condiciones, como antes no las tenían, y que no podían fallarle de nuevo a Ocampo, a Sebastián Trigueros, que se metió más de lleno con ellas en esta última temporada y a Mercedes Salas, esa mujer que es como la mamá de todas.Sánchez quería hacer lo suyo; pero cuando la moneda seguía en el aire y todo se resolvería desde el lanzamiento de penales, la portera ni siquiera pudo decirle nada a sus compañeras.Probablemente, los mismos aficionados rojinegros no le tenían confianza para esa instancia, en la que cualquier cosa podía pasar.Y de toda la serie, fue ella quien tapó un penal, el lanzamiento de una Cristin Granados que durante el partido había sido la futbolista más peligrosa de Herediano."Esto es simplemente porque Dios es muy grande, porque no dejé de creerle a Él que yo podía, porque durante toda la temporada fui muy atacada y solo Él sabe lo que me costó. Esto...

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