Hanna, la nueva consentida del box

El sábado, el nombre de Hanna fue coreado por los asistentes al Palacio de los Deportes en una clara prueba de que la monarca se instaló en el gusto del público.Los coros hicieron recordar los tiempos de un Gimnasio Nacional a reventar volcado a favor de José Isaac Marín, el único boxeador que lo pudo llenar.Marín puede señalarse como el boxeador más querido de estas tierras: su valentía era proverbial, un activo valioso a los ojos de cualquier fanático.Álvaro Rojas y Orlando Hernández fueron los otros pegadores de aquella época -años 70- que despertaron el fervor de la afición costarricense.La calidad de Rojas -el único que peleó dos veces por un título mundial- y la pegada de...

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