Huertos de algas marinas están listos para crecer y dar de comer a comunidades costeras

Tras cinco años de estudio, el proyecto de huertos de algas marinas ya está listo para escalar y empezar a producir con fines comerciales. Esta iniciativa busca beneficiar a las comunidades costeras y sería una alternativa alimentaria para el resto de la población.

La primera fase del proyecto se desarrolló entre el 2011 y el 2013, con el impulso de la Escuela de Ingeniería Agrícola de la Universidad de Costa Rica (UCR). El objetivo, en ese entonces, era conocer las cualidades de las algas como alimento humano y las posibilidades de cultivarlas en huertas marinas.

Con esa idea se establecieron parcelas experimentales en Cahuita y Puerto Viejo, en el Caribe, así como en Costa de Pájaros y Cuajiniquil, en el Pacífico.

En total se analizaron 38 especies nativas (33 en el Caribe y siete en el Pacífico) con fines comestibles y otras 21 (17 en el Caribe y cinco del Pacífico) para ver si era posible cultivarlas. Vale aclarar que podían repetirse géneros tanto por zona geográfica como por fines.

Tras hacer estudios, los investigadores seleccionaron diez especies que tenían potencial para cultivo y consumo. Para conocer sus propiedades nutricionales, también efectuaron pruebas en laboratorio, siguiendo los parámetros internacionales de la Association of Official Analytical Chemists (AOAC).

'Las algas tienen fibra (29,5%), son bajas en calorías (1,4%) y muy altas en proteína (9,8%). Poseen ácidos grasos de alto valor como omega 3 y 6. Además, son ricas en minerales como hierro y calcio, e incluso contienen vitaminas del complejo B12. Eso, en platillos donde el uso de macroalgas no exceda el 20%', comentó Ricardo Radulovich, ingeniero agrícola y coordinador del proyecto.

Los resultados de esta primera etapa fueron publicados en la revista científica Aquaculture .

Proceso laborioso. Al principio de la primera fase, para construir los huertos, los investigadores utilizaron dos anclajes hechos con sacos de arena que colocaron a unos 30 metros de profundidad. Estos se sujetaban a una cuerda sumergida entre uno y 15 metros de donde colgaban botellas plásticas que servían de boyas.

¿Cómo se realiza la cosecha? La persona en bote, saca la cuerda del agua y quita el alga. Pueden cosecharse cada mes y algunas pueden producir 40 toneladas de biomasa por hectárea por año, según los investigadores.

La ventaja es que estas algas se reproducen a partir de clones, un trozo suyo ya genera un nuevo individuo.

Lo que sigue...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR