Los 15 años de Intel

La instalación de Intel en Costa Rica ha tenido un impacto importante. Sin embargo, muchas de las predicciones no se cumplieron. Se dijo que sería una maquila glorificada, que se elevarían los salarios desproporcionadamente, que se crearían cientos de pequeñas empresas para conformar unclusterde alta tecnología.Dieron en el clavo los que predijeron un decidido empuje a la atracción de inversión extranjera directa. La combinación de incentivos fiscales, mano de obra calificada, localización geográfica y estabilidad política, ha demostrado ser muy efectiva.Por otra parte, es ilusorio pensar que la instalación de una compañía solucionaría los enormes problemas del empresariado. La aversión al riesgo del costarricense más bien aumentó. Aquí, los salarios del sector público son iguales o mejores que los del sector privado, pero en el sector público se obtiene, además, la mal llamada estabilidad laboral, que en realidad es inamovilidad laboral, de tal manera que el anhelo de muchos estudiantes, si no de la mayoría, es graduarse y trabajar para el Estado.El reportaje publicado porEl Financieroen su pasada edición apunta con acierto que, para movernos hacia arriba en la cadena de valor, debemos pasar de competir con eficiencia a competir con innovación. En el caso de Intel, se han desarrollado trabajos de diseño e ingeniería, pero los mismos funcionarios de la empresa apuntan la necesidad de más jóvenes con maestrías académicas y doctorados, ante lo cual el Instituto Tecnológico de Costa Rica responde que ya los están empezando a producir. Los programas de maestría y doctorado son beneficiosos y necesarios, pero no bastan para convertirnos en un centro de Investigación, Desarrollo e Innovación.En semanas pasadas...

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