Keylor Navas aprendió a explotar su agilidad en los penales

Corría el año 2005, aún sin debutar en Primera División, con apenas 18 años de edad, Keylor Navas practicaba penales en el arco sur del Ricardo Saprissa.

Pese a su corta edad, el juvenil cancerbero les sacaba ventaja a sus dos compañeros de equipo, José Francisco Porras y Fausto González.

'De los tres porteros, Keylor era uno de los que más penales tapaba en las prácticas pero a veces se entregaba muy antes de que le lanzaran y eso jugaba en su contra. Todos le decíamos, si usted aguanta, tendrán más opciones de parar el tiro porque es muy elástico y rápido', recuerda Róger Mora, su entrenador en aquella época en la S .

Según Mora, con el paso de los años, el guardameta aprendió no solo a leer al lanzador sino a explotar sus características naturales: agilidad, potencia, concentración y fuerza para desplazarse bajo los tres palos.

Los réditos de aquellas primeras enseñanzas las terminó de pulir en España, liga en la que ya dio muestras de ser penalero, primero en el Levante y ahora con el Real Madrid.

De los 12 penales que le lanzaron al tico, en siete de ellos adivinó la trayectoria del balón justo por esperar hasta el último momento el disparo del cobrador.

Inclusive su rendimiento en los tiros desde el manchón blanco viene en crecimiento: en 2013 le anotaron cuatro de seis intentos; en 2014 solo encajó uno de cuatro disparos y, en 2015, ninguno de los remates acabó en sus redes.

Gustavo Munúa, quien fuera su compañero en el Levante, afirmó ayer a La Nación que Navas cuenta con un detalle clave para salir bien librado de los penales: la intuición. 'Él es un arquero muy ágil y si...

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