'Llegar aquí fue recibir luz en medio de un oscuro túnel'

'Yo no tuve problema para obtener un beneficio carcelario y salir de prisión porque tenía mi casita. Fue un proceso muy rápido. Me indicaron un lunes, por decir algo, que me iban a dar el beneficio y, en poquitos días, ya estaba libre'.

Heidy Camacho González, de 58 años, creía para ese momento que lo peor ya había pasado, pero se equivocaba. 'Ya sabía lo que era consumir crack porque lo hice por mucho tiempo. Ya había estado presa (cometió el delito de venta de droga), ya sabía lo que era estar en una celda con un montón de mujeres más, que me respiraban en la nuca.

'Ya sabía lo que era pasarla mal; así que mi esperanza era que todo mejorara; no había forma de que algo más malo me pasara o al menos eso era lo que yo creía'.

Gracias a esa actitud positiva que la embargaba, logró hacerle unos arreglos a su casa, debido a que durante su paso por la cárcel, los maleantes se la desmantelaron. 'Pero eso no era nada, busqué platita y así fuera con materiales de segunda, la levanté de nuevo'.

Pasó cerca de un año viviendo ahí tranquila, pero un día la llegaron a desalojar. 'Nunca entendí qué pasó; era mi casita y me la quitaron'.

A la preocupación de dónde iba a vivir se aunaba el estrés que le generaba que le revocaran el beneficio carcelario.

'Yo no quería regresar a prisión, aunque, como no tenía adónde ir, hasta pensé que sería una buena idea. Al menos ahí tendría qué comer, aunque tuviera que soportar otra vez estar encerrada'.

Sin embargo, antes de que eso pasara, el área técnica del centro Vilma Curling se comunicó con ella para ofrecerle vivir en Casa Paz.

'No sabía qué era y tenía miedo de...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR