Llegó la mala hora para Navas

Keylor Navas está loco si cree que competirá con Thibaut Courtois. No por falta de capacidad. Sencillamente, no lo dejarán.Así que están equivocados quienes creen, él entre ellos, que irse a otro club sería un acto de cobardía o una muestra de debilidad. La lectura que Navas hace de su situación está distorsionada. Cree que con su capacidad es suficiente para ganarle una nueva batalla a su verdadero rival en la portería: Florentino Pérez.Un milagro o un accidente. Eso es lo que requiere el tico para mantener la custodia del marco blanco. Algo tan insólito como el fax tardío que lo bajó del avión con rumbo a Manchester e impidió que De Gea abordara otro con destino madrileño. Aquel retraso de 32 minutos fue una bofetada para Florentino. Keylor terminó de cachetearlo con sus actuaciones y, sobre todo, con los títulos que lo catapultan a la cima entre los guardametas del Madrid. Nadie ganó más que él en la historia de los cancerberos madridistas. Casi como un ángel, para alargar ese cuento de príncipe encantado que ha vivido, llegó Zidane a la vida de Navas.Sin él, posiblemente sus días en el Bernabéu hubiesen terminado hace rato, o no tendrían el color de esas memorables noches abrazado el trofeo más preciado de Europa.El francés no aguantó las imposiciones del tiránico presidente y lo dejó hablando solo. Ronaldo hizo lo mismo, cansado...

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