Madrugada sorprendió a ticos en espera de santos

Estela Cubillo oprime contra su pecho una fotografía de Juan Pablo II, tan fuerte como si quisiera introducirla en su corazón y hospedarla para siempre ahí.Junto a ella, miles de costarricenses alimentaron su fe durante la noche en la que dos papas fueron proclamados santos de la Iglesia católica.El Estadio Nacional, en La Sabana, abrió sus puertas pasadas las 10 p. m. del sábado para que una multitud celebrara la vigilia de canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II entre cantos de alabanza y fervor. Así ocurrió hasta las 6 a. m. de ayer.La actividad tenía previsto iniciar a las 10 p. m., sin embargo, el Festival Estudiantil de las Artes, celebrado horas antes en el recinto de la Sabana, retrasó la celebración hasta las 11 p. m.A estadio casi lleno, con una sola afición católica en las graderías, arrancó el festejo.El presbítero y director de la Asociación Obras del Espíritu Santo, Sergio Valverde, dio la bienvenida a los feligreses.'A Juan Pablo II le gustó tanto Costa Rica que decidió hacer su milagro aquí', expresó el sacerdote, haciendo referencia al milagro concedido a la costarricense, Floribeth Mora, cuya sanación permitió al 'papa viajero' convertirse en santo.Para sorpresa de los asistentes, el papa Francisco grabó un saludo desde el Vaticano: 'Que Dios los bendiga', manifestó el argentino con la sonrisa que lo caracteriza. Una ovación ahogó las últimas palabras del mensaje.Al acercarse la medianoche, un centenar de niños, jóvenes y adultos con pañoletas y banderas multicolores en mano inundó la cancha para recibir a los celebrantes de la eucaristía, presidida por el obispo de la diócesis de Alajuela, Ángel Sancasimiro.'Al...

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