¿Cómo manejar con su hijo el tema del licor y megafiestas?

A pesar de que arrastra miles de años de 'edad', este caballero no tiene ningún problema para integrarse en las fiestas de adolescentes. Su empatía con la muchachada es tal que sin él no hay vacilón.El alcohol es el alma de las megafiestas juveniles y la puerta de entrada para el consumo de otras drogas como marihuana, cocaína y metanfetaminas (éxtasis).El médico Sebastián Marín, del Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), ha participado como representante de esa institución en los llamados 'operativos barra libre', que coordina el Instituto Costarricense sobre Drogas (ICD).Marín advierte sobre los riesgos del consumo experimental que se da en esas fiestas: 'Los adolescentes van motivados por la curiosidad de experimentar sensaciones, de divertirse o por moda. Como no saben lo que se van a encontrar, no miden el peligro', explicó Marín.El médico confirmó que la sustancia más consumida es el alcohol, que prepara el terreno para que los muchachos empiecen a experimentar con otras drogas.Marín advirtió de que el peligro está presente desde los primeros tragos, y no es necesario llegar a intoxicarse o caer fulminado por la borrachera para enfrentar situaciones de riesgo.'Alguien puede pensar que una o dos cervezas no son nada. Sin embargo, con esa cantidad la persona empieza a sentirse más relajada y desinhibida. En ese estado, se pueden tomar decisiones más arriesgadas que las que tomaría cuando se está sobrio', dijo.El alcohol actúa en el lóbulo frontal del cerebro, que es la zona en la cual se controlan las funciones del raciocinio (inteligencia aplicada) y el juicio; es decir, la capacidad de tomar decisiones...

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