Una presidencia con menos plata recibe a un preocupado Granados

En una de las solapas un pin con el escudo de Costa Rica que lo identifica como diputado y en la otra la imagen del Padre Pío de Pietrelcina, su 'nuevo consejero'.Víctor Emilio Granados Calvo asumió ayer su primer día al mando del Congreso con la presión arterial más controlada, pero con nuevas preocupaciones.Como diputado del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), Granados aprobó en diciembre pasado un recorte presupuestario de ¢1.000 millones en el Congreso, que ahora lo impactará directamente.Según reconoció, esa disminución afectará el dinero disponible para viajes al exterior, la alimentación que se sirve en el cafetín y el pago de horas extra del personal administrativo y de choferes.Aunque el tema 'apenas lo vio por encimita' ayer pidió un estudio financiero para informarse.'Vamos a ver un poco los temas presupuestarios para establecer prioridades y ver cómo nos acomodamos con lo que hay, que evidentemente nos obliga a administrar mejor los recursos', dijo Granados, luego de delegarle el mando al vicepresidente, Martín Monestel.Sin oficina. Minutos antes de las 5 p. m. Víctor Emilio Granados se había escapado del plenario para ir a fumarse un cigarro a la calle y luego atendió a la prensa en el Salón de Expresidentes.Aunque ayer ya podía tomar posesión de las oficinas del Directorio legislativo en el Castillo Azul, la transición se extenderá hasta el fin de semana, según estimó.Además, será un traslado temporal, pues el Congreso está a la espera de que se refrende un contrato con una empresa constructora responsable de reforzar el edificio del Castillo Azul.Eso obligará a Granados y a todo el Directorio a empacar de nuevo sus pertenencias y trasladarse a...

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