Nada de nada, sobre nada de nada

Jacques Sagot

Pianista jacqsagot@gmail.com

No hubo fútbol. No hubo voluntad. No hubo garra ni deseo. No hubo determinación. No hubo moral. No hubo cohesión. No hubo arrestos individuales ni propuestas colectivas. No hubo portero. No hubo juego por las bandas. No hubo delanteros acuciosos. No hubo medios capaces de verticalizar el juego y hacerlo más incisivo, transformar el inocuo pasabola lateral en un estilete presto a hincarse en la carne del rival. No hubo velocidad. No hubo coraje. No hubo nada de nada, sobre nada de nada, en torno a nada de nada.

Un primer tiempo pasable -pese a los goles en contra- y un segundo tiempo que se cuenta entre los trámites más aburridos que recuerdo.

Un equipo puede jugar mal, pero no jugar resignadamente, abúlicamente, entregado a su suerte y dándose por satisfecho con un marcador adverso de 2-0. Eso no tiene ya que ver con el fútbol, sino con la débil fibra ética del jugador. Con su falta de auto-respeto, de dignidad, de sentido del honor. Durante la segunda parte del partido, Costa Rica asumió una actitud entreguista.

En el segundo gol, Navas no cubrió la base del poste que corrió a...

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