Niño liberiano vive gracias a implante primerizo en el país

Un menor de 12 años, vecino de Liberia, Guanacaste, comenzó con latidos irregulares en el corazón hace unos cuatro años. El diagnóstico no fue fácil por lo extraño de su enfermedad: taquicardia ventricular catecolaminérgica, un mal que en Costa Rica, en los últimos diez años, solo le ha sido detectado a él y a otro menor.Para entender en qué consiste esta enfermedad, primero hay que saber que las catecolaminas son neurotransmisores u hormonas que el cuerpo libera en diferentes niveles cuando realizamos actividad física o estamos ante situaciones que involucran emociones como estrés, sorpresa, felicidad, dolor o mucha tristeza. La adrenalina, la dopamina y la norepinefrina son ejemplos de estas sustancias.En condiciones normales, nuestro corazón puede resistir el aumento de los niveles de estas hormonas, pero en las personas con la enfermedad de este menor, la liberación de estas sustancias puede afectar el músculo cardíaco y provocarle arritmias -latidos irregulares-. Algunas personas tienen una condición estable y no requieren mayores controles médicos, pero en otras, esto puede llevar a paros cardiorrespiratorios y conducir a muerte súbita.'A él lo teníamos medicado y había reaccionado bastante bien. Sin embargo, hace poco más de una semana, cuando no estaba realizando mayor actividad física ni había tenido una emoción fuerte, cayó inconsciente y tuvo un paro cardiorrespiratorio', explicó Armando Alfaro Ramírez, cardiólogo del Hospital Nacional de Niños (HNN) especialista en trastornos del ritmo cardíaco y quien ha seguido de cerca el caso del niño guanacasteco.Solución. La solución no podía hacerse esperar. Cuando el menor estuvo estable y bajo control, con latidos del corazón constantes...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR