Cuando no salir goleada es insuficiente para la Sele

Alto, de barba tosca y gesto bravío, se planta fuerte atrás. Con un grado de concentración alto, digno de un defensor delcalcio, se parte el alma.

Giancarlo González corre hasta el área contraria, lejos de su hábitat natural, se filtra entre dos zagueros centrales tan férreos como él y se eleva.

El cronómetro se detiene en Costa Rica. La aguja marca 2:26 minutos y Pipo se levanta. Justo detrás de él corre Celso Borges, pero Pipo está en lo suyo. No se da cuenta. El centro de David Guzmán sobrepasa la fortaleza serbia y González cabecea, totalmente solo.

Celso pide que la deje pasar, pero la jugada fue rápida. González la mandó fuera. Solo atina a mirar al cielo antes de volver a su posición. Celso se lamenta. La afición se agarra el pelo y el cronómetro continúa. A priori , aquel cabezazo parecía un buen presagio. Sí, el primer aviso de lo que vendría...

Pero no lo fue. No hubo más avisos. Ni profundidad, ni pases de cirujano de Bryan Ruiz, ni el 'vuélvase loco' de Joel Campbell, ni penetración, ni disparos de verdadero peligro.

Aquel cabezazo de González fue único. Puede que parezca una ironía que Costa Rica forje su única ocasión clara de gol en la cabeza de un central, pero al mismo tiempo se mira lógico.

Cuando el ataque de la Selección Nacional fue puesto a prueba, Costa Rica desfalleció.

De nuevo en el segundo tiempo, de nuevo con el marcador en contra, Costa Rica evidenció que su faceta ofensiva es predecible. Marco Ureña corre. No para de correr. Pero tampoco juega de espaldas al marco ni se asocia con Bryan Ruiz en la medular.

La palabra 'asociación' es extraña para el eje de creación tico. Lo fue en el debut frente a Serbia y en los amistosos contra Inglaterra y Bélgica. El funcionamiento de la Tricolor Mayor evidencia un bloque solvente y coordinado, pero insuficiente para sostenerse sin un medio campo que no elabora.

Serbia, de altibajos en la retaguardia, reconoció en el intermedio que si adelantaba las líneas y presionaba a los volantes, le robaría el alma a Costa Rica. Y el gol fue el nocaut.

Un grave error de David Guzmán en salida lo obligó a cometer una falta cerca del área. Kolarov, capitán y lanzador de tiros libres de la Roma, tomó el balón y lo mandó a las redes al 55'.

Solo unos segundos antes, Keylor Navas repelió con un achique la...

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