¡Oléeee!... Los Toros sellan a punta de bravura la mejor faena de su historia

San Carlos jugó con todo para dejarse el cetro, hasta con su nerviosismo. El cuadro norteño dejó a sus aficionados sin uñas, contra la malla de la gradería oeste del Estadio Carlos Ugalde los seguidores se mordían los labios, se jalaban el cabello y abrazan entre ellos con cada acción defensiva exitosa, al final eso no importó porque alzaron la copa.El cuadro norteño empató 0 a 0 con el Saprissa en un duelo de dientes apretados, pocas acciones ofensivas y mucha tensión en el campo. El nerviosismo sobre la gramilla sintética del Carlos Ugalde era notorio al punto que Wálter Centeno constantemente golpeó el banquillo, mientras Luis Marín se comió el borde del cuello de su suéter que vestía.La igualdad del cotejo de ida que terminó 1 a 1 favoreció a los Toros del Norte, quienes cuidaron ese tesoro que se robaron del Ricardo Saprissa, lo defendieron a muerte y a la postre ese tanto les permitió la consagración con bravura y orgullo.El último juego del Clausura 2019 no fue vistoso, de hecho San Carlos lucía tímido con la pelota, fue un equipo impreciso, sin ideas ofensivas; empero en ofensiva recordó las mejores versiones de las escuadras de Jorge Luis Pinto y Óscar Ramírez: orden y aplicación fueron los elementos para evitar contratiempos.En defensiva, San Carlos con ocho hombres frenó los intentos morados de penetración, la zona media fue saprissista; ahí Rándall Leal, Mariano Torres y Christian Bolaños transitaron con normalidad, empero cuando el balón debía conectar con la ofensiva se toparon con piernas, pechos, cabezas y hasta espaldas que funcionaron como murallas.El Paté Centeno pidió calma con sus manos, pero él mismo entró en el juego psicológico de que él tiempo pasaba y la claridad no aparecía, en un minuto gritó por tranquilidad en la elaboración, pero en el siguiente minuto aplaudió y pidió que metieran intensidad porque el partido se le escapaba.Luis Marín a escasos cinco metros a la izquierda de su colega tampoco sabía conservar la paciencia. El excapitán de la Selección Nacional no encontró la calma que sí tuvo en el juego de ida, en el estadio norteño, el estratega explotó constantemente contra el arbitraje para solicitar fluidez y también le insistió con llamadas fuertes de atención: ‘Fuerteees en la marca, carajo’.El...

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