Países definirán bases de un futuro acuerdo climático

COP 20 LIMA

Michelle Soto M.

msoto@nacion.com

Lima, Perú. A partir de hoy, y por dos semanas, los 195 países firmantes de la Convención sobre Cambio Climático se reúnen en la capital peruana, Lima, para debatir cómo será el nuevo régimen que 'ponga en raya' la temperatura del planeta.

La expectativa del país anfitrión es salir con un borrador de acuerdo bajo el brazo, el cual se llevaría a París (Francia) para su aprobación el próximo año.

'No solo queremos un borrador de acuerdo, queremos que se consolide la decisión. Una decisión que sea plataforma para la acción', declaró Manuel Pulgar-Vidal, ministro peruano de Ambiente y presidente de la COP 20 de Lima.

No es para menos. Un sentido de urgencia domina en la cita, ya que la temperatura planetaria podría aumentar 3,7 °C para el año 2100 de no reducirse las emisiones de gases efecto invernadero (GEI) que se liberan a la atmósfera, los cuales se incrementan por las actividades humanas.

Un aumento en la temperatura global impactaría la calidad de vida de las personas por la escasez de agua, llevaría a la pérdida de cultivos y a un creciente riesgo de eventos climáticos extremos, como inundaciones o sequías.

Aunque es consciente de la expectativa que se cierne sobre este encuentro y el antecedente de las reuniones previas, Perú se muestra optimista.

¿Cómo se llegó a Lima? El Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC) nació en 1988 con el mandato de evaluar este fenómeno desde la ciencia, así como sus potenciales impactos.

El IPCC rindió su primer informe en 1990 y concluyó que los GEI derivados de actividades humanas estaban acelerando el calentamiento global.

A raíz de estos hallazgos, y en el marco de Naciones Unidas, se adoptó la llamada Convención sobre Cambio Climático en 1992.

Aunque instaba a todas las naciones a tomar medidas para estabilizar sus emisiones, no cuantificó metas de mitigación y tampoco estableció obligaciones.

Por ello, en 1997 surgió el Protocolo de Kioto, el cual, aunque no fue ratificado por todos los países (como Estados Unidos), entró en vigor en el 2005 y su vigencia se extendió hasta el 2012.

La meta de reducción contemplada en ese compromiso quedó establecida en 5,2% con respecto al promedio de emisión de 1990.

Previendo que se necesitaría un sucesor, se conformaron dos grupos de trabajo con un plazo al 2009. Uno vería temas de la convención y el otro diseñaría un acuerdo para relevar a Kioto.

Este último tomó nota de la recomendación de IPCC sobre la...

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