Papás de Andrey auguran el pronto arribo de más éxitos

A doña Raisa Bikkazakova se le llenan los ojos de agua cada vez que alguien le da las gracias por haber traído al mundo aAndrey Amador, el mejor ciclista centroamericano de la historia.

Don Rodolfo ve a su esposa con complicidad y una sonrisa refleja ese orgullo que sienten.

Automáticamente, les viene a la mente el recuerdo de cuando Andrey se iniciaba en el ciclismo, en una época en la que sus maestros trataban de que llegara cansado a las carreras para que no ganara, porque era parte del aprendizaje.

Pero eso, siempre resultó imposible. Desde niño,Andrey tenía pasta de campeóny aquel talento que arrasaba en Juegos Nacionales progresó tanto que su logro más reciente fue un cuarto lugar en la clasificación general del Giro de Italia.

Ese hombre que hace vibrar al paíscada vez que sube a su bicicleta es el mismo que, de niño, se enojaba cuando lo metían obligado al carro tras completar la distancia de entrenamiento para su categoría, porque él quería entrenar la cantidad de kilómetros de los más grandes.

'Es increíble verlo cumplir sus sueñosy alcanzar esas metas que, cuando él estaba pequeño, nos parecían inalcanzables. Verlo entre los mejores y saber que él es uno de los mejores, para uno como papá, no tiene precio', expresó...

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