Pensión y red de cuido claves para que doña Marielos salga adelante

En la otra cara de la moneda están quienes sí reciben pensión y asistencia social de diversa índole que los ayuda a salir adelante en una etapa de la vida cuando las opciones laborales son casi nulas.María de los Ángeles Acosta Flores da fe de ello. Ella cuenta con una jubilación de ¢78.000 del régimen no contributivo, por invalidez, porque tiene poca movilidad en toda la parte derecha del cuerpo.Adicionalmente, la red de cuido -un programa que nació en la administración de Laura Chinchilla (2006-2010) para asistir a adultos mayores y a niños en pobreza- también le brinda respaldo.Esa iniciativa le gira a doña Marielos, como le gusta que la llamen, ¢50.000 mensuales y le da un comestible.'Los ¢78.000 de la pensión, más los ¢50.000 que me dan de la red de cuido, son los ¢125.000 que pago de alquiler. Me sobran ¢3.000 y los cojo para guardarlos para la luz, ajustarlos para el agua o voy y compro pan, bananos, una papaya, lechuga... alguna cosita que ocupe', relata.Esta vecina del distrito de Tirrases de Curridabat, de 73 años, asegura que la asistencia estatal le ha abierto la oportunidad de empezar de nuevo. Tras el divorcio, quedó 'sin nada', cuenta, y a sus cuatro hijos se les complica ayudarla económicamente.'Siempre muy agradecida con la red de cuido, porque qué bendición tiene uno con esa ayuda. Yo no sé qué hubiera hecho yo sin ellos. De ellos he recibido mucho beneficios. La cocina me la dieron, la lavadora también. Me han ayudado montones; con la compra de los lentes, para arreglarme los dientes', comenta.Asistencia focalizada. Teresita Aguilar de Mirambell, presidenta ejecutiva del Consejo Nacional de la Persona Adulta Mayor (Conapam), dice que este programa beneficia...

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