'Pequeña Sabana' arma mejengas en Alajuelita

Entre polvaredas y cuatro marcos de madera, los sábados son día de mejengas y almuerzos familiares en San Felipe de Alajuelita.En un terreno 50.000 metros cuadrados, conocido como 'la pequeña Sabana' de Alajuelita, Jorge Astúa y su esposa, Nora Bermúdez, cambiaron un botadero y refugio para indigentes por un espacio libre de drogas para el disfrute de las familias del cantón.'Este terreno no es mío, pero mi esposa y yo tuvimos la iniciativa de cortar todo el matorral, darle mantenimiento y convertirlo en un lugar para el sano disfrute de niños y familias enteras que vienen los fines de semana', contó con un dejo de orgullo Astúa.Él colocó una cerca con alambre de púas en el perímetro de la finca, inversión de unos ¢150.000 que salió de su propio bolsillo.'Es el único lugar en Alajuelita que es verde, seguro y gratis. Todas las mañanas me levanto a las 4 a. m. y vengo a limpiar el terreno. Dedico unas dos horas diarias para evitar que la indigencia, la basura y cualquier droga se apoderen de este espacio', dijo Astúa, quien es pensionado.La motivación de la pareja para...

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