La pimienta, con mesura

eduardo.baldares@nacion.com

Picar y picarse, sin bombardear la frontera del respeto, es parte del riquísimo sabor del fútbol.

Si las conferencias de prensa y las entrevistas futbolísticas transcurriesen todas con diplomacia cancilleril, con verbo cauto y música New Age de fondo, ¿quién las oiría? Los antes y después de los partidos serían como macarrones sin salsa.

¿No fue divertido leer a Jacques Sagot enfrascarse en candente tiroteo de fragmentos hepáticos con Jeaustin Campos? El virtuoso pianista del frac vs. el técnico más exitoso y mejor vestido en la historia del Saprissa, revueltos en una alberca de lodo para deleite de las masas.

Al final, abrazados a la distancia, ambos disfrutaron del título número 31, uno como DT y el otro como aficionado, dándose el gusto Sagot de teclear satíricas dedicatorias a los seguidores manudos, florenses y brumosos, en fa de fanfarria. Genial.

Mucho se crisparon los ánimos cuando Francisco Calvo, consultado por la calidad de los delanteros morados, respondió que no le preocupaban más que Messi y Falcao, a quienes ya había marcado. ¿Qué querían, que respondiera 'sí, les tengo pánico, me están temblando las piernas y me estoy orinando de terror'? Tanto que se enojaron los hipersensibles y, al cabo de 15 días, trascendió que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR