Pobladores autóctonos rasguñan logros

Solo uno de los cuatro indígenas acusados por el homicidio de Joaquín Bejarano Bejarano, en enero del 2008, sigue preso. En lo profundo de las montañas de Copey de Limoncito, Coto Brus, sucedió el crimen un domingo.Tras sacudir los estrados judiciales sobre posibles injusticias que sufren descendientes de los primeros habitantes de nuestro territorio, el Gobierno otorgó el indulto a Olivia Bejarano Bejarano, implicada en este caso, tras dos años y medio de permanecer en la cárcel El Buen Pastor.En San Rafael Arriba de Desamparados, a más de 300 kilómetros de distancia de su casa, Olivia, de 33 años, descontó prisión por el delito de homicidio, hasta que le llegó el perdón y pudo volver a su tierra y reencontrarse con sus dos hijos.Joaquín, fallecido aquel domingo, era primo de Olivia. Lo asesinaron porque, según sus parientes, hacía brujerías.Además de Olivia, fueron condenados Ceferino García Bejarano, esposo de Olivia, su hermano Genaro y su primo Rubén García Bejarano. De ellos solo Genaro sigue preso en la cárcel de Pérez Zeledón. El resto está con el beneficio de la libertad condicional.Trato diferenciadoAño y medio después del homicidio la Defensa Pública de todo el país recibió una circular con nuevas disposiciones en materia de estos grupos étnicos.Las mismas fueron aprobadas por el Consejo Superior meses después del citado crimen. Entre ellas, se dispuso que las diligencias judiciales, inclusive los juicios, deben practicarse en las reservas.Todos los expedientes donde las causas sean de esta población serán rotuladas en la carátula y deben llevar el nombre de la etnia a la que pertenecen. Si el miembro de la etnia no domina el español la defensa pública les debe nombrar un traductor o intérprete en el idioma autóctono.En momentos en que un indígena es privado de libertad, quien lo defiende en el juicio velará para que en la cárcel esa persona tenga acceso a la alimentación, apoyo espiritual y ritos de conformidad con su cultura.Idioma es su mayor barreraReynaldo Villalobos, subdirector de Adaptación Social, reconoció que para los indígenas el ingreso a una cárcel presenta un mayor choque cultural porque son extraídos de una reserva.Sin embargo, se les hace un estudio para determinar, según su condición criminológica, el centro y el ámbito donde deben descontar la pena.'Tratamos, en lo posible, de coordinar con las organizaciones para sobrellevar las barreras de idioma, las de educación y de estudio'.'El hecho de no dominar el español de manera...

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