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Policía utilizó dinero por riñón en un tele, ropa y pago de deuda

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Vincent

Los ¢6 millones que Maureen Cordero Solano dice haber recibido por su riñón izquierdo hace ocho años, los usó para pagar una deuda de ¢5 millones y comprar un televisor y ropa para su hijo y su mamá.

Ella era policía cuando, en octubre del 2009, fue operada en el Hospital La Católica, donde su órgano pasó a una receptora de nacionalidad griega. La historia comenzó con un compañero suyo de trabajo, de apellidos Fuentes Abarca, quien ya había perdido un riñón de esa manera.

Cordero, de Tirrases, Curridabat, es uno de los 25 testigos de la Fiscalía en el primer caso que se juzga en el país de trata de personas para extracción ilícita de órganos. Los acusados son 4 médicos y un comerciante griego. Cordero declara como víctima imputada.

Relato. A los meses, su colega le cuenta sobre las donaciones 'pagadas'. Él fue quien le presentó al comerciante griego Dimóstenes (Dimos) Katsigiannis Karkasi, quien le ofreció a Cordero de ¢5 millones a ¢6 millones por un riñón.

'Tenía que hacerme exámenes y, si todo salía bien, la operación se programaba. Empezaron a hacer las cosas de prisa porque la señora que recibía el riñón estaba en Costa Rica', detalló Cordero.

Para ella, el ofrecimiento fue una salida a su difícil situación financiera, pues su pareja había muerto y ella había buscado un segundo empleo.

Agregó que Dimos la contactó con el médico Francisco Mora Palma, jefe de Nefrología del Hospital Calderón Guardia. Según la Fiscalía, él era el cabecilla del grupo.

Luego de eso, todo sucedió rápido. Las citas, antes y después de la cirugía, fueron con Mora, en el Calderón Guardia.

'El doctor me dio una incapacidad por 15 días. En esos 15 días, me dieron los resultados, que fueron compatibles. Fuimos a la pizzería de Dimos y él me dio ¢100.000 para que dejara pagado todo en mi casa'.

El procedimiento se realizó en la Clínica Católica y allí fue que ella pudo ver a la mujer que recibiría...

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