El primer rey del Chirripó se ganó ¢5.000 como premio y tres meses después migró a Estados Unidos

San Gerardo de Rivas de Pérez Zeledón. Aunque era un amante del atletismo que entrenaba con sus compañeros del equipo denominado Alta Montaña, casi todos los días, Faustino Villarevia jamás se imaginó ser el primer ganador de la Carrera al Cerro Chirripó.Faustino, oriundo del poblado de Herradura de Rivas de Pérez Zeledón, tomó la partida aquella mañana de febrero de 1989 con la firme intención de terminar la carrera. En sus cuentas no estaba quedarse con el primero lugar de la competencia y menos quedar en la historia de aquella dura carrera.Sin embargo, a sus 22 años estaba destinado a ser el mejor de la competencia de aquel lejano 1989, cuando en un vertiginoso descenso superó a seis adversarios en 17 kilómetros, para alzar los brazos como triunfador en una polvorienta calle escoltado por su hermano Elías Villarevia y su amigo Jimmy Madrigal.No obstante, la alegría le duró apenas tres meses, ya que tenía todo listo para migrar a los Estados Unidos, por lo cual únicamente corrió aquella primera edición, antes de viajar a Nueva Jersey, donde radicó por 16 años.El vecino de Herradura recordó, junto a La Nación, cómo fue aquella victoria, en al víspera de la prueba número 31 que se celebra este sábado 23 de febrero, saliendo de San Gerardo de Rivas, a las 7 a. m., y la cual debe cumplir 34 kilómetros. Los primeros 17 km son de un fuerte ascenso hasta Base Crestones y posteriormente deben regresar al punto de partida."En aquel tiempo yo entrenaba con el equipo de Alta Montaña. Hacíamos 10 km por calle de lastre hasta el pueblo de Chimirol, que ida y vuelta eran unos 10 km. Sinceramente no era de los más buenos, por eso me inscribí con la idea de terminarla, nunca pensé que iba a ganarla", confesó Villarevia.Faustino no esconde que sufrió mucho en el ascenso, las piernas le dolían bastante y sus rivales empezaron a superarlo, por lo que se concentró en hacer su mejor esfuerzo para no perder mucho tiempo y quedar, al menos, entre los 10 primeros de la carrera."Aquella primera vez el retorno fue en la casa de madera de los guardaparques, junto al río Talari, no existía la Base Crestones. Recuerdo que llegué de sétimo con un tiempo de 2 horas y 42 minutos. Firmé el libro de llegadas, me tomé una aguadulce y me dieron unos confites para el descenso", dijo Villarevia."Bajando me sentí muy bien. Le di duro y empecé a alcanzar a los compañeros y cuando pasé a ser segundo me puse muy contento. Faltando unos dos kilómetros para salir a El Termómetro...

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