Primeros 3 años de vida son claves en desarrollo cerebral

¿Usted recuerda cuándo dio el primer paso?¿Sabe cuál fue su primera palabra?¿Tiene en mente dónde festejó su primer cumpleaños y quiénes estuvieron ahí?

Más del 90% de las personas responderán con un rotundo no. ¿Por qué? Porque, en ese entonces, estábamos tan ocupados produciendo neuronas y conexiones cerebrales, que no guardar recuerdos estaba lejos de ser una prioridad.

La ciencia ha comprobado que el mayor desarrollo del cerebro tiene lugar durante la gestación y los primeros tres años de vida. Luego, la evolución de este órgano se da, en su mayoría, para 'fijar' lo que ya se había 'construido'.

Formación clave. De acuerdo con Jack Shonkoff, profesor de Salud Infantil en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en el vientre materno un niño es capaz de formar 250.000 neuronas por minuto y, al nacer, el número se eleva a 700.000.

Pero esto no es lo más importante; lo relevante son las conexiones que se crean durante este tiempo, que son más de 100 por segundo.

Las neuronas tienen un rol vital en la formación del sistema nervioso, pero también se vinculan con el sistema inmunitario y la forma de reaccionar ante lo que nos puede enfermar. Una sola neurona no significa nada por sí misma: cobra significado a partir de las conexiones con las redes del cerebro, las cuales le permiten al ser humano desarrollar ideas y habilidades.

En los primeros tres años, se forman más neuronas y conexiones que durante el resto de la vida. Por ello, de lo que se 'construye' en esta etapa depende -en parte- la forma en la que se adquieren las habilidades en la niñez más tardía, la adolescencia y la vida adulta.

'La arquitectura cerebral es de los procesos más fascinantes que hay. Es dinámica, se adapta a cualquier cosa y siempre puede abrir nuevos caminos', manifestó Shonkoff.

¿Qué ayuda o afecta la formación cerebral? Es un compendio de varios puntos: la genética y la herencia, así como la nutrición, el ambiente y la interacción social con adultos, moldean el desarrollo de las células cerebrales y sus conexiones.

'Hay que pensar en los genes como la materia prima, y en el ambiente y las interacciones con otras personas como la construcción (...). La interacción que tienen los niños con los adultos es lo que realmente les dará uso a esos genes y ayudará o desmejorará el desarrollo cerebral', puntualizó el experto.

Primeros años. Las habilidades que tenemos de adultos comenzaron a gestarse desde ese desarrollo inicial del cerebro en nuestra...

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