PROYECTO DE ACUERDO DECLARACIÓN DE LA CIUDADANÍA DE HONOR AL ARTISTA OLGER VILLEGAS CRUZ

Fecha de publicación02 Mayo 2022
Número de registroIN2022640603
EmisorPoder Legislativo

PROYECTO DE ACUERDO

DECLARACIÓN DE LA CIUDADANÍA DE HONOR

AL ARTISTA OLGER VILLEGAS CRUZ

Expediente N.° 22.991

ASAMBLEA LEGISLATIVA:

Ólger Villegas Cruz nació en San Ramón de Alajuela, el 1 de septiembre de 1934. Desde muy temprana edad, don Ólger sintió una gran atracción por muchas de las formas representativas del arte, como el dibujo, la pintura, el canto y la escritura, en las cuales se ha desempeñado con gran talento a lo largo de sus más de 70 años de carrera.

Sin embargo, el campo en el que Ólger Villegas se consagró con gran éxito y trascendencia es el campo de la escultura.

Ganador del Premio Nacional de Cultura, Manuel González Zeledón (Magón), en el año 2010, máximo galardón que otorga el Estado costarricense a una vida entregada a la creación del arte, Villegas es considerado uno de los mejores escultores de la historia de nuestro país.

Profesor e influencia de artistas como Jorge Jiménez Deredia y Aquiles Jiménez, entre muchos otros, Villegas comenzó su trajinar en el arte nacional a la escasa edad de 10 años, cuando debido a la ausencia de su padre desaparecido en la Guerra del 48, tuvo que dedicarse a la creación y venta de figuras de portales y otros para ayudar a su madre a mantener a sus cinco hermanos.

A la insólita edad de 10 años, esculpió una de sus primeras figuras, un busto de Lisímaco Chavarría, ubicado en la escuela Jorge Washington de su ciudad natal, San Ramón. En este mismo centro educativo cursó los estudios de escuela primaria, su educación secundaria la cursó en la Academia de Bachillerato por Madurez del Ministerio de Educación Pública, mientras que en la Universidad de Costa Rica obtendría el grado de Licenciado en Artes Plásticas con Énfasis en Escultura.

CARRERA PROFESIONAL

Villegas ha hecho carrera de escultor desde los catorce años, iniciándose en talleres de imaginería, tales como los de Manuel Zúñiga, Néstor Zeledón Varela, José Zamora hijo, Francisco Ulloa Báez y Juan Rafael Chacón.

En 1951 ingresa a la universidad de Costa Rica, de la cual se gradúa como “Licenciado en Artes Plásticas” además obtiene el título “Profesor de Estado de Artes Plásticas”.

En 1962 viaja hacia México, país en donde profundizaría sus estudios en escultura; ahí realizó gran parte de su carrera, específicamente en la antigua Academia La Esmeralda, hoy conocida como la Escuela Nacional de Pintura y Escultura. En esta Escuela estudió con maestros como el escultor Alberto de la Vega con quien tuvo gran comprensión y cercanía.

En 1970 regresó a México un año más a la misma academia y estudió métodos modernos de talla con el maestro José Lorenzo Ruiz Hernández.

Sigue viajando constantemente a México en busca de nuevos conocimientos, especialmente en fundición en bronce con el maestro Mario Aguirre Roa.

Laboró como profesor de Artes Plásticas y de Escultura durante veinte años y ocho meses en varias instituciones educativas de Costa Rica tales como: Liceo de San José, Liceo Rodrigo Facio, Conservatorio Castella, Liceo de Heredia y en las Facultades de Bellas Artes de La Universidad Nacional de Costa Rica y en la Universidad Autónoma de Centro América.

La referencia escrita acerca de la obra de Ólger Villegas Cruz es amplia tanto en periódicos y revistas del país, como del extranjero.

Tomas Gondi, crítico de arte mexicano escribe:

Sencillo en su fondo, transparente en su forma, sin rebuscamientos temáticos ni reclamos estilísticos, Villegas Cruz, conformando una personalidad latinoamericana y sintetizando la forma en el manejo polidimensional de la escultura, se dispone a ocupar un lugar en el tiempo y el espacio en el arte de Latinoamérica.

D. Thomas Facel, crítico de arte estadounidense, escribe:

La obra de Villegas Cruz nos revela una personalidad de espíritu inquieto, colmado de supremas emociones y una mente ordenada y creadora; capaz de brindarnos las más nobles vivencias en esculturas llenas de dinamismo estructural, delicadeza, candor y ternura en el elaborado detalle e íntimo mensaje de aspecto, por cierto, muy indoamericano.

Graziana de la Rocca, crítica de arte venezolana, escribe:

La imagen plástica humana de Villegas, encierra posibilidades de expresión que son inmediatamente accesibles a todo hombre a través de la sensación del cuerpo.

A Villegas podría identificársele como un realista nacionalista, desprendido de los símbolos absolutos que hace resaltar los significados, el sentido universal de las cosas tal y como son. De ahí su marcado interés por los grupos familiares: hombremujer-niño; (mujer-madre; hombre-padre). Todos ubicados en un solo espacio y proyectando el espacio que ocupan.

Álvaro Zamora, crítico de arte costarricense, escribe:

Es un maestro de la talla directa y el modelado que traduce el bronce. Su tema favorito es la ternura. La esculpe en representaciones de la familia, en el amor de la pareja o en el vínculo de un infante con su madre. En su obra también hay pescadores y campesinos, niños dedicados a los juegos cotidianos, mujeres y hombres que parecen símbolos de vida y trabajo.

Villegas también se ocupa del retrato y la escultura monumental. Este artista tiene proyección internacional desde hace muchos años.

Luis Ferrero, crítico de arte costarricense escribe acerca de las figuras de Villegas:

En ellas se encuentra una representación derivada de una academia modernizada: manejo fluido del modelado, composición cerrada y profundo conocimiento de anatomía artística que es deformada y robustecida para darles a las figuras...

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