Puerto Caldera urge de ampliación por $187 millones para salir del colapso

A siete años de que finalice el contrato de concesión con el operador de puerto Caldera, en Puntarenas, el Gobierno busca alternativas para modificar o desligarse de ese acuerdo ante la urgencia de ampliar la terminal portuaria.El costo de los trabajos requeridos se estima en $187 millones.El único puerto internacional del Pacífico alcanzó su capacidad máxima y su operación está tan colapsada como hace 13 años, cuando se dio la concesión, precisamente, para mejorar la eficiencia."Al sexto año se llegó a la carga que se había previsto para los 20 años de concesión. Hoy día tenemos el doble de esa carga que se pensaba alcanzar a los 20 años de concesionado el proyecto", explicó Juan Ramón Rivera, presidente del Instituto Costarricense de Puertos del Pacífico (Incop).Eso significa que, cuando se firmó la concesión, se estimó que al 2026 se alcanzarían tres millones de toneladas de carga al año, pero en este momento se mueven seis millones de toneladas, principalmente de materiales a granel y vehículos.El puerto fue diseñado en los años 70 y entró en operación en diciembre de 1981, por lo que, según Rivera, está "fuera de servicio" para barcos más modernos, pues, entre otros problemas, tiene un nivel de calado máximo de 10 metros (el concesionario sostiene que son 13 m), los cuales se ven reducidos a causa de la sedimentación que ingresa por un daño en el rompeolas.Esa estructura, arrasada parcialmente durante el huracán Otto, en noviembre del 2016, está en reparación por parte del Ministerio de Obras Públicas y Transportes (MOPT)."Cuando se diseñó ese muelle y cuando se hizo la concesión, nadie esperaba que el desarrollo económico mundial se trasladaría del Atlántico al Pacífico, donde China está por convertirse en la mayor potencia económica; están Corea, Singapur, etc." añadió Rivera.Según dijo, todas estas condiciones hacen casi imposible el atraque de barcos portacontenedores y graneleros de gran tamaño. Además, el puerto fue diseñado para atender carga a granel y en palets (tarimas), pero mucha de la carga viene en contenedores."Lo que está pasando es que los barcos tienen que esperar más de la cuenta (en bahía). Si a eso le sumamos las condiciones climatológicas y que el rompeolas no está en toda su condición, el puerto está casi tan ineficiente como cuando se dio la concesión en el 2006", afirmó.Por los daños en el rompeolas, cuando hay mareas altas el puerto debe cerrar hasta por cinco días."Que no nos vaya a pasar como con Japdeva"...

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