Quebrada Sanatorio bajó contaminación gracias a buenas prácticas agrícolas

Bastaron cuatro años para revertir la historia de contaminación de la quebrada Sanatorio, en Tierra Blanca de Cartago.

Este cauce pasó de reportar la presencia de ocho plaguicidas en sus aguas, en el 2011, a registrar prácticamente ninguno en el 2015, según los análisis realizados por el Centro de Investigación en Contaminación Ambiental (CICA), de la Universidad de Costa Rica (UCR).

'A nivel químico no son detectables. En otras palabras, no los hay y nuestra capacidad de detección es muy buena', comentó Mario Masís, químico del CICA y uno de los coordinadores del proyecto que tiene lugar en quebrada Sanatorio.

Con respecto a los coliformes fecales, los investigadores midieron la cantidad de nitratos -ya que estos están asociados a fertilizantes, pero también a heces y orina- y estos también disminuyeron.

Dichos resultados se dieron gracias a la puesta en práctica de acciones orientadas a mejorar el manejo de los residuos, principalmente de envases de plaguicidas, y la implementación de medidas para conservar el suelo. Los agricultores de la zona fueron esenciales en este proceso.

Calidad de agua. Quebrada Sanatorio debe su nombre al sitio donde nace: las inmediaciones del Sanatorio Durán, en Cartago. Termina en Tierra Blanca y allí se une al río Chinchilla.

El CICA seleccionó este sitio porque, según Laura Brenes, de la Unidad Socioambiental del CICA, este es un cuerpo de agua modelo, ya que está influido por actividades agrícolas y urbanas.

La comunidad de Tierra Blanca se dedica mayoritariamente a la agricultura; sus principales productos son la cebolla, la papa y las hortalizas.

Aunque ese no es su propósito, dicha quebrada se utilizaba para riego en el 2011. 'No necesariamente es algo que debiera pasar, pero es algo que se ve a lo largo del río', manifestó Brenes.

En este sentido, la amenaza a la salud ambiental no solo radicaba en que se estaban regando cebollas y hortalizas con agua que no reunía la calidad óptima, sino que esos coliformes fecales y residuos de plaguicidas terminaban incorporándose al suelo, lo que modificaba su microbiología y, por ende, su calidad.

Ante este panorama, los investigadores del CICA decidieron formular un proyecto de investigación que hoy cuenta con el apoyo del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).

Si bien en el 2011 se realizó un estudio previo que sirve de referencia o línea base, el proyecto de investigación empezó en enero del 2014 y se prevé que finalice en el 2017. Su objetivo es...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR