Una radiografía estatal

MarcosArroyo

En la discusión sobre el funcionamiento del aparato estatal, la opinión mayoritaria suele concentrarse en los efectos visibles de su actuación. No es casual en la crítica hacia el Estado recurrir a expresiones que lo tildan de 'ineficiente, lento, atrofiado, enmarañado, cargado de trámites, con prácticas anquilosadas, con poca o nula capacidad de innovar, sin rumbo'. Todos los días es posible ubicar alguno en el quehacer institucional.

Sin intención de menospreciar el análisis que focaliza su objeto en el conjunto, creo firmemente en la necesidad de hurgar y examinar al Estado desde adentro, desde sus entrañas, en su operación cotidiana. Soslayar esa dimensión investigativa genera que los diagnósticos sobre la gestión tiendan a reproducir los adjetivos calificativos de uso común y arribar a conclusiones que parecieran regla a la hora de explicar resultados negativos en la esfera pública: falta de personal, maraña legal, exceso de trámites, escasos recursos y débil coordinación interinstitucional, entre otros.

Sumergirse en este otro ámbito implica cuestionar aspectos relacionados con el uso y destino específico de los recursos públicos, sus resultados, cómo se planifica y se evalúa, cuáles son las consecuencias del incumplimiento, cómo se da seguimiento a lo planeado, cómo se coordina internamente y a lo externo, cuáles son las prioridades institucionales y sus responsables, qué medidas concretas impactaron la gestión en cada dependencia pública y qué resultados arrojaron.

Ubicar toda la atención en las grandes transformaciones del Estado hace perder de vista el detalle. De esta manera, es posible contar con una radiografía mucho más exacta de lo que es el Estado costarricense, sus fortalezas y virtudes.

Características

Pensando en borrador, podría afirmarse que un sector de nuestra administración pública, examinada internamente, comparte algunas características.

Una administración con poca creatividad e innovación, con escaso sentido de urgencia y que tiende a postergar decisiones, generando dificultades posteriores a falta de una decisión previa. Una administración que evalúa de la misma manera el rendimiento de sus instituciones. Da lo mismo que una entidad obtenga buenos o regulares resultados. Una administración que resiente la exigencia de mayores niveles de productividad, que revela una inusitada capacidad de...

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