Rándall Brenes, el eterno salvador brumoso logra otro rescate

Cartago. Cuando la fe se agota en Cartaginés, la frustración empuja a la afición a salir del estadio Fello Meza y reviven los fantasmas de esos 75 años sin alzar la corona, Rándallel ChiquiBrenes emerge como el eterno salvador de los brumosos.

El Chiqui no solo es el ídolo blanquiazul que nunca traicionó a su afición y se mantiene fiel a la camiseta, sino que tiene el don de responder a las plegarias cuando los blanquiazules oran por un milagro y es capaz de cambiar la agonía por felicidad, tal y como sucedió ayer en el triunfo ante Pérez Zeledón.

Brenes es sinónimo de esperanza para los hinchas de la Vieja Metrópoli y basta con ver cómo se transforma el semblante de los fanáticos cuando el juego está en el último minuto de reposición, pero queda una jugada más y el 10 de los centenarios se mete al área, da indicaciones y pide que le hagan llegar el balón a como dé lugar.

Ahí la fe vuelve a los más incrédulos, quienes ya iban por la puerta de salida. La fe puesta en Brenes los hace regresar y al final lo agradecen, porque nuevamente Rándall no los defrauda.

Chiqui aprovechó un balón que rebotó en el estómago de Giovanni Clunie, cuando daba tumbos y no aparecía alguien más que la enviara al fondo de los cordeles, y con su pierna derecha la empujó a la meta para marcar el gol del 2 a 1 en el 93'.

Justo ahí, con la felicidad en su máxima efervescencia y al observar cómo niños y grandes no paraban de brincar y de cantar cumplidos a su capitán, quedó plasmado el por qué existe un amor y una credibilidad tan grande en un futbolistas que ya había anotado en el mismo...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR