Recorte de gasto no da aire al fisco

El gasto público, sus componentes y la posibilidad de desinflarlo se han convertido en piedra angular del debate que protagonizan el Gobierno y la alianza de partidos opositores en el Congreso en torno a la propuesta de reforma tributaria.Desde el 2007, el Estado abrió la llave del gasto que disparó su crecimiento hasta representar el año pasado más del 19% del Producto Interno Bruto (PIB). Frenar este crecimiento y revertir la tendencia, aplicando estrictas medidas de austeridad es la primera condición de los legisladores opositores para entrar a discutir la posibilidad de una reforma que eleve las posibilidades de recaudación del Gobierno.Por su parte, la administración sostiene que los recortes de gasto superfluo no son suficientes para cerrar la brecha entre sus ingresos y sus gastos que este año podría llegar al 5% de la producción nacional.¿Dónde recortar?Los salarios y las transferencias son los rubros del gasto del Gobierno central que han reportado un crecimiento más acelerado entre el 2006 y el año pasado.Las remuneraciones pasaron de representar cerca del 5,5% del PIB en el 2006, a superar el 7% el año pasado. Este año, el Gobierno programó destinar el 29% de su dinero para pagar salarios.'El gasto en remuneraciones no es muy flexible, pues depende del numero de empleados y del salario pagado. Ambos conceptos no son flexibles a la baja, pero fueron muy flexibles hacia arriba', opinó el economista Ronulfo Jiménez.Reducir las remuneraciones implicaría eliminar plazas laborales del sector público, medida con una altísima factura política para cualquier Gobierno que ose plantearla.Cálculos que el propio Ministerio de Hacienda incluyó en la presentación del Proyecto de Ley de Solidaridad Tributaria, estiman que se requeriría prescindir de los servicios del 31% de la planilla estatal (39.000 personas) para lograr una disminución del gasto equivalente al 2,5% del PIB y estabilizar las finanzas.De igual forma, las transferencias, principalmente el dinero que el Gobierno destina al sistema de educación pública, representan el segundo rubro con mayor peso en el gasto estatal.Estas pasaron de representar 4,5% del PIB en el 2006, a rondar el 7,4% de la producción durante el año pasado.Para poner en negro el balance de situación del Gobierno mediante la reducción de transferencias, el Ministerio de Hacienda asegura en su proyecto de reforma que habría que reducir a 4,5% del PIB los fondos destinados a la educación. Sin embargo, la Asamblea Legislativa más...

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