El Reglamento no es excusa

Debemos reconocer que vivimos en un país enmarañado, lleno de postergaciones y eso debe cambiar, porque el mundo globalizado no espera, ni escucha discusiones eternas de leyes convertidas en invocaciones para no avanzar.Sin embargo, en la Asamblea Legislativa seguimos trabajando. Es verdad, que el Reglamento Legislativo posibilita a un solo diputado para detener cualquier discusión, como ha sucedido con leyes urgentes, como si nuestra situación financiera fuera la mejor, como si las muertes en carretera no clamaran una solución.Pero no podemos detenernos en la reflexión pura o en los caprichosos manejos del Reglamento, en especial porque actualmente no existe voluntad política suficiente para reformarlo. ¿Qué hacer?Nuestra propuesta es dejar a un lado las agendas particulares y apostar por una agenda país. Esto lo hemos venido haciendo con diálogo...

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