S fue un cartucho de dinamita sin explotar

Saprissa puso la dinamita, pero no encontró quién le pusiera fuego a la mecha.

El empate 0-0 obtenido anoche contra el Pachuca no reflejó la insistencia morada por salir con un botín valioso en una serie que, por la dificultad que significa visitar México, ya está cuesta arriba.

En la primera parte, la S cosió la pelota en sus pies y tiró el juego de su lado producto de las constantes visitas al terreno de los adversarios.

Los ataques saprissistas no alcanzaron a inquietar lo suficiente al arquero rival, que intervino con mayor apremio en un remate de Marvin Angulo.

Lo de los morados fue lo más parecido a poner explosivos en el área contraria, pero les faltó el hombre que los detonara.

Un fiel ejemplo de lo anterior fue cuando Anderson Leite corrió hacia el arco con campo abierto; sin embargo, la gasolina no le dio y fue cazado.

La propuesta de los mexicanos no distó de ser peligrosa: replegarse y contraatacar generó congojas a la parte baja tibaseña que vio a Erick Aguirre, en el minuto dos, enviar fuera una clara ocasión clara y, después, fue Anderson Leite quien despejó con apuro un cabezazo que llevaba sello de gol.

No defraudó Saprissa en esta parte ni en el resto del cotejo, porque no solo enseñó los dientes, sino que salió a morder a un equipo bravo que demostró ser venenoso cuando cabalgó hacia la puerta de Carvajal.

El portero sintió la presión azteca en dos minutos del complemento luego de sendos ataques que generaron sobresalto en el saprissismo.

Ante la falta de un delantero nato, Carlos Watson corrió el riesgo de desprenderse de Leite y apostar por Anllel Porras.

El relevo...

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