En la sala y cuartos de una casa de bien social, reciben clases 11 alumnos de escuela afectada en 2012 por terremoto de Nicoya

Distribuidos entre una pequeña sala, cocina y dos cuartos de una casa de bien social, de 42 metros cuadrados, reciben clases 11 niños quienes integran la Escuela unidocente de Puerto Humo, ubicada en Nicoya, GuanacasteEn los pupitres donde reciben lecciones, también comen su almuerzo los alumnos; apiñados y ahogados de calor.La escuela quedó inhabitable tras haber sido destruida por el terremoto de Nicoya de 7,6 grados, del 5 de setiembre del 2012.En ese entonces, el centro quedó inservible, era un peligro que los alumnos siguieran recibiendo lecciones allí. Sin embargo, el peligro solo se trasladó de lugar.Los menores llevan seis años recibiendo clases en esta pequeña casa, por ejemplo, uno de los pupitres donde está un menor está ubicado a la par de la la estufa donde se cocinan los alimentos."Estamos en estado precario. Han sido años demasiado desesperantes porque el calor que hace en esa casa en verano llega a los 41 grados, es insoportable. Estamos a la orilla del río Tempisque, cuando llueve tenemos brote de zancudos, es increíble estar ahí. Nos pican zancudos, purrujas y bocones.Ya es demasiado", contó el director del centro, Wilfrido Silva.La pequeña casa se las alquilan en ¢80.000. Sin embargo, la Junta de Educación de la escuela tiene ¢75 millones...

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