Sangre catracha emerge ante irrespeto morado

Alajuelense agonizaba, a razón de un juego de vértigo y un Saprissa irrespetuoso en casa ajena, que lo presionó, lo golpeó, le tocó la cara y estuvo a punto de mandarlo a la lona. Así habría sido de no ser por Róger Rojas, incesante y dispuesto a gastar la última gota de sudor en sacar un penal.

Le salvó el pellejo a la Liga, un consuelo al menos para lo que hubiese sido un funeral entre la feligresía eriza.

Con profundas bajas, sin Daniel Colindres, en un estadio abarrotado de manudos, con un mosaico de adorno y el criticado Jerry Bengtson en el once, los tibaseños acabaron por potenciar sus atributos.

Con Jonathan Moya como francotirador. Solo apareció dos veces con claridad y en ambas llevó peligro. La primera con la anotación que abrió los carteles apenas a los cuatro minutos, y después al provocar la falta de penal de José Miguel Cubero, al 66', que fue gol de Bengtson.

Si Moya se viste de rojinegro la próxima temporada, ayer se comportó como un profesional.

La Liga sufrió desde el primer minuto hasta el último, frente a una propuesta sólida de la S , que presionó por lapsos y se resguardó en otros hasta denotar una enorme confianza para penetrar y hacer ver que la retaguardia manuda es lenta.

De escasa imaginación, Alajuelense acabó por sacar el pundonor (y la calidad) en pies de sus catrachos. Rojas, autor del primero, vital en el segundo, creador del tercero.

Alex López, asistidor del primero, romperredes en el segundo. Un clásico de sudor catracho, ante la gran ausencia de Jonathan McDonald, flojo en su accionar, pese a convertir su gol 13 en el epílogo, de penal.

Y también de José Luis Cordero, de enormes fallos y poco protagonismo en el clásico.

Partido intenso. Una pérdida de balón de Cordero en la salida, tras la buena marca de Jaylon Hadden, acabó en un pase a tres dedos del volante para interceptar a Moya. El artillero le ganó en velocidad a Porfirio López y silenció la fiesta manuda.

El inesperado gol causó un shock en la Liga, incapaz de comprometer al Saprissa, hasta que con el paso de los minutos retomó la concepción de su idea y empezó a abrir...

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