El sentido de la empresa

Un antiguo maestro sostenía que las empresas son cuasipersonales. Deciden, temen, anhelan, se ilusionan, sufren, se deprimen. Tienen alma, decía un participante en un taller de formación, porque están formadas por personas. Por ejemplo, esta empresa -decía- es empeñosa, generosa, sensible.La finalidad de todo ser vivo -una empresa es un ser vivo- es la supervivencia. Eso es cierto de un ser humano y es cierto también de una ameba. La ameba que no tuviera los mecanismos para distinguir lo que la hace crecer y lo que la puede hacer morir, tiene las horas contadas. Lo mismo que la empresa que no sabe distinguir lo que le conviene a corto plazo de lo que garantiza su sostenibilidad a largo plazo.En las últimas semanas, al finalizar el año fiscal, el estado de resultados ha servido de tema de reflexión en las organizaciones: ¿Queremos otro año igual? ¿Podemos superar los resultados? ¿Cómo los superaremos? Preguntas que serían suficientes si el único objetivo de la empresa fuera maximizar sus ganancias anuales.¿A qué más podría aspirar una empresa? Primero, a la sostenibilidad. De poco sirve tener un año muy bueno comprometiendo los que siguen. Pero los resultados financieros no deberían ser todo.Las empresas...

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