Estamos tan vivos como hace 16 años

Soy malo para decir ¡feliz año! Quizás porque desde siempre me pareció una expresión que igual sale del corazón como simplemente de la lengua, casi en automático. Funciona, lo sé, y hasta me he ido acomodando. Me sale más fácil si escribo un '¡estamos vivos!', casi una tradición personal, con el más sincero agradecimiento de saberlo a usted al otro lado de esta columna.

La escribí por primera vez en la agonía del 2002 y, a partir de entonces, cada fin de año la ensayo sin la certeza de poder repetirla.

Nunca se sabe. 16 años de columnas después, agoniza el 2017, el año que se llevó al James Bond de mi niñez, al exboxeador Jake LaMotta y hasta al magnate de la Playboy. Usted y yo seguimos vivos.

A Roger Moore le llegó la hora, por más agente 007 que en vida haya sido, sin escape ante un cáncer fulminante. La Motta extendió sus días hasta los 95 años, pero con una vida a trompadas que difícilmente logremos igualar. Piénselo un instante. Llegado el día no hay quién se esconda, por más que Hugh Hefner haya gastado millones en su paraíso terrenal rodeado de conejitas.

Muere el año de Nate, el huracán que se llevó todo a su paso, causando muerte en Honduras, El Salvador, Costa Rica, Nicaragua y Panamá. Usted y yo tenemos techo, ropa y alguno que otro bocado para cerrar el año bien comidos.

La Juve festejó su sexto título consecutivo en Italia; el Bayern Múnich, el quinto en Alemania; el Chelsea recuperó la corona en...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR