Taxista simuló suicidio de expareja para encubrir crimen

Un taxista, detenido el fin de semana como sospechoso de haber asesinado a su expareja de un disparo en la cabeza, trató de simular un suicidio.

El hecho se dio la mañana del sábado anterior, en una cabaña en Jericó de San Miguel de Desamparados.

Los policías que llegaron a atender el caso inicialmente creyeron que Marianela Víquez Lizano, de 33 años, se había quitado la vida.

La expareja de la mujer, un taxista de 48 años y de apellido Fernández, los estaba esperando en el lugar y les aseguró que ella se había suicidado.

No obstante, dos factores hicieron que las autoridades empezaran a sospechar: el arma en la mano de la víctima no coincidía con el lado de la cabeza en la que tenía el disparo, y el testimonio de la hija de ambos, de cuatro años.

Cuando los oficiales de Fuerza Pública ingresaron a la cabaña, la mujer aún estaba con vida. Aunque fue trasladada al Hospital San Juan de Dios, ella falleció a las 6 a. m. del día siguiente.

No coincidía. Desde el inicio, los oficiales observaron que Víquez Lizano tenía un revólver calibre 38 en la mano izquierda. Empero, el orificio de entrada del disparo lo tenía en el lado derecho de su cabeza.

'Esa es la versión que da la Fuerza Pública; no nos coincide el lugar donde tenía el arma con el orificio de entrada', explicó Álvaro González, jefe de Homicidios del Organismo de Investigación Judicial (OIJ).

Además, la principal testigo en el caso es la hija de la pareja, ahora atendida por psicólogos del Poder Judicial y del Patronato Nacional de la Infancia (PANI), les dijo a estos que su...

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