Temor de denunciantes dificulta castigar a los extorsionadores

Cuando se habla del delito de extorsión, lo difícil no es que los ofendidos lo denuncien; lo complicado es que ellos se mantengan apegados al proceso judicial.

¿Por qué? Las situaciones que motivan al denunciante a desistir de continuar con el caso, son varias, pero la principal es el temor que los extorsionadores siembran en sus víctimas, ya sea por medio de amenazas o agresiones físicas.

Entonces, para evitar un problema mayor con el agresor, los ofendidos prefieren dejar a medias el asunto legal.

Eso deriva en que las autoridades tengan una mayor dificultad para castigar a los victimarios, porque, sin el testimonio del ofendido, el caso se cae.

Lo anterior se refleja en las estadísticas del Poder Judicial relacionadas con condenatorias por este delito. En el 2013, solo cinco personas fueron halladas culpables.

Mientras que, de las 16 sentencias que dictaron los jueces en el 2014 por este delito, solo siete fueron condenatorias. Las nueve restantes fueron absolutorias. En el 2015, los jueces condenaron a diez hombres por ese hecho ilícito.

El Poder Judicial puntualizó que los datos del 2016 aún están en construcción.

Esa cantidad de sentencias preocupa a las autoridades, al hacer la comparación con las 178 y 155 denuncias que se interpusieron ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) en el 2013 y 2014, respectivamente.

En el 2015 se recibieron 240 quejas por ese delito, mientras que, hasta abril del 2016, se reportaron 110.

Entre las denuncias del año pasado, resaltan las interpuestas por 18 personas en contra de Elías Akl, libanés asesinado el lunes 15 de mayo frente a una escuela en Escazú.

Dificultades. Wálter Espinoza, director del OIJ, destacó que la denuncia por este delito 'tiene un problema a nivel judicial'.

'Suena muy consistente, pero son, particularmente, cambiables. Depende de si la persona se puso al día con el pago, de si la amenazaron, de si se asustó o si, al final, decide no colaborar con la Justicia. Si el denunciante cambia la versión o no la quiere dar, el caso llegó hasta ahí', aseveró.

Con él coincidió Laura Hernández, fiscala jefa de la Fiscalía de San José del Primer Circuito Judicial. Ella expresó: 'En algunas ocasiones ocurre que el victimario deja de llamar a la persona; esto le deja de provocar molestia y pierde interés en el proceso.

'O, bien, el extorsionador amenaza a su víctima con divulgar información sensible sobre él: alguna infidelidad, algún video o fotografía. Como el ofendido no quiere que...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR