Róger Trejos, voluntad que apacigua incendios

Al estar frente a un incendio forestal, lo único que Róger Trejos siente es impotencia.'Ese sentimiento se acrecienta al saber que, en algunas ocasiones, no lo podemos controlar. A veces, tenemos que retroceder y volverlo a abordar porque nos cambió las condiciones del tiempo o porque hicimos los números mal', dice este bombero forestal.Ante sus palabras, la única explicación que cabe para entender el por qué se expone al fuego es que este hombre se mueve a punta de voluntad.La suya es una voluntad que le hace cerrar su negocio por unos días y salir de la comodidad de su casa, en San Miguel de Santo Domingo de Heredia, para caminar montaña adentro a sabiendas de que allí deberá enfrentarse con algo que es más grande que él. Tampoco le pagan por lo que hace. Es cansado y peligroso.Eso sí, tiene una cómplice: su esposa, Marielos Monge, quien también es brigadista.Aun así, debe existir una razón. 'Supongo que es el espíritu de conservación, el simple amor a la naturaleza', dice.Róger Trejos Sánchez tiene 15 años de ser bombero forestal voluntario. 'Empecé como 'apagafuegos' cuando ni siquiera había brigada forestal', recuerda quien ya perdió la cuenta de los...

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