Venezolanos en Costa Rica: resguardando la buena vida

Doce años después de votar por el aplomo deHugo Chávezy sus promesas de mejorar la seguridad en Venezuela, Wílliam D'Sola y su esposa, Hilsy, vendieron su casa principal, su apartamento de playa, todos los carros y la membrecía del club. Huían del país.Esperaron que las cédulas de residencia estuvieran listas en Costa Rica, donde ya vivían sus tres hijas, y tomaron el avión sin tiquete de vuelta. Con ellos venía la abuelita Hilda, que a sus 81 años debutaba como emigrante, y un equipaje voluminoso que ahora, dos años después, todavía no desempacan del todo.Las cajas atadas aún se amontonan en la entrada del apartamento que compraron apenas llegando, en un plácidocomplejo de edificiosque el dinero de otros venezolanos permitió construir junto con piscinas y ranchos, en San Rafael, Alajuela.No han desempacado del todo, pero no porque pretendan volver a su Venezuela chavista; el desagrado es mayúsculo. En cualquier momento se mudan, pero a otra casa más grande que ya eligieron en Santa Ana, cerca de otras familias venezolanas que también arrugan la cara cuando oyen el nombre Hugo Chávez o el de su heredero,Nicolás Maduro.Quieren instalarse en la zona oeste de San José como buena parte de la colonia venezolana que se ha acomodado en Costa Rica en los últimos 15 años. Ahora bromean llamando 'Escazuela' a Escazú, donde tiene su hábitat.Según sus dirigentes, son unos 12.000 los venezolanos como Wílliam D'Sola, administrador jubilado en una transnacional en su país. Las cifras oficiales, sin embargo, fijan esa población en 4.500, diez veces más que cuando Hugo Chávez Frías asumió el poder, en 1999.La mayoría la forman opositores. En las elecciones de octubre, el resultado en la mesa en la embajada quedó 1.078 por Capriles y 35 por Chávez, según los dirigentes opositores. Ahora se preparan para votar de nuevo, esta vez entre Capriles y el heredero Nicolás Maduro.' Necesitamos un golpe de Estado' dijo D'Sola, señalando la pantalla del televisor como si ahí estuviera ahora el mapa venezolano.El viaje. Sigue suscrito al mismo sistema de cable que usaba en Venezuela para estar enterado de lo que ocurre allá, aunque no planea retornar. Mucho le costó vender todo y sabe que otros de su clase, amigos o colegas, están deseando vender sus propiedades y dejar Caracas. Este mismo Viernes Santo, una pareja llegaba a Costa Rica para hacer un recorrido exploratorio. Buscaban una casa de unos $300.000 con la ayuda de Víctor Quintero, uno de los dirigentes de la colonia en Costa...

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