Violencia y quema hasta de avionetas

Las selecciones de Costa Rica y México siempre sostuvieron una fuerte rivalidad deportiva que, algunas veces, rebasó la pasión y generó en violencia extrema.En la historia, hubo un pasaje que reflejó esta realidad al pie de la letra. Solo faltaban siete minutos en el duelo de ambas selecciones por la Copa Juan Santamaría, cuando se presentaron disturbios que impidieron su finalización.El choque se disputó en el antiguo Estadio Nacional, en La Sabana, el 8 de marzo de 1959. Los aztecas venían de ganar el primer juego en casa por 3-1 y repitieron el marcador a su favor, ahora 2-1.Dos goles del verdugo de los ticos, el artillero Héctor Hernández, y una conquista de Walter Pearson sellaron la contienda.Pero, por la mala actuación y la falta de autoridad del árbitro hondureño Gabriel Sánchez para controlar el juego brusco, hubo molestia entre la afición y todo terminó en una batalla campal.Las malas artes prevalecieron en ambas selecciones y se armó un zafarrancho entre jugadores. Hubo nula rigurosidad de Sánchez para expulsar de la cancha a los aztecas Raúl Cárdenas y Mulo Gutiérrez, así como a los ticos Danilo Montero y Juan Ulloa; este último encendió la mecha al agredir a Gutiérrez.A partir de ahí, cuando se jugaba el minuto 83, apareció...

Para continuar leyendo

Solicita tu prueba

VLEX utiliza cookies de inicio de sesión para aportarte una mejor experiencia de navegación. Si haces click en 'Aceptar' o continúas navegando por esta web consideramos que aceptas nuestra política de cookies. ACEPTAR