Volante deberá tener nervios de acero y mucho carácter

Diego Calvo es el noveno futbolista de cuna rojinegra que cruza la acera para vestirse de morado y blanco, un reto que exige nervios de acero y mucho carácter para soportar la presión.

El volante ofensivo estaba acostumbrado a besar el escudo de Alajuelense y publicar en su cuenta de Facebook frases como 'qué lindo ser manudo'.

De un día para otro, debe olvidar las muestras de cariño y ganarse a una afición que hace apenas unas semanas lo veía como una pieza del archirrival.

El exmundialista Juan Cayasso recuerda la presión que cargó sobre sus hombros cuando decidió cambiar de bando.

En su primera visita al Morera Soto le anotó a su exequipo. Hasta la fecha, algunos aficionados erizos se lo recuerdan.

'Algunos amigos manudos me decían que eso era un puñal que les estaba clavando', cuenta el talentoso exfutbolista.

Cayasso dice que la clave del éxito está en la confianza del jugador y en la fortaleza mental que posea para no caerse cuando las críticas se aproximen.

'Se tiene la mitad del país a su favor y la otra mitad en contra. El contrario siempre le va a gritar a uno', agregó.

Mientras tanto, el ariete Alejandro Alpízar afirma que Diego Calvo deberá soportar la presión y asimilar la reacción de algunos fanáticos.

El Matador recuerda que en sus primeros partidos de morado le costó ganarse a la afición, sin embargo, la confianza del entrenador Hernán Medford y la manera en que asumió...

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